Postales y Reflexiones de mi Mente

Quizá era un espejismo o tal vez una construcción visual de mi memoria, lo cierto es que me encontraba ante un cielo majestuoso y resplandeciente. Pareciera que el autor de la vida y de todo lo que nos rodea, lo hubiese retocado, como si cada mañana me mostrara que su creación es perfecta y que solo él puede darle vida.

El cielo se mostraba despejado, podría asegurar que contemplaba una obra hecha por alguno de los más grandes maestros de la historia del arte, quien cuidadosamente apenas pintaba pequeñas nubes, que junto con los rayos del sol, mostraban un relieve maravilloso, era una postal del cielo hecha arte. Lo más curioso es que dicha escena era un reflejo, el cual observaba a través de las aguas cristalinas de aquel gran lago, donde minutos antes me detuve para refrescarme y descanzar, para después continuar mi peregrinar por esta tierra.

De pronto, viene a mi mente aquel pasaje de Jeremias 51:15-16. Donde dice que «Dios es quien hizo la tierra con su poder, estableció el orbe con su sabiduría, desplegó el cielo con su inteligencia. Cuando él alza la voz, retumban las aguas del cielo, hace subir a las nubes desde el confín de la tierra; con los rayos provoca la lluvia y saca de sus depósitos el viento»

Hay veces en que las diversas presiones que hay en nuestra vida, nos impiden tomar un tiempo para contemplar las maravillas y grandezas que Dios nos regala cada uno de los días de nuestra vida.

Y tu… Te has tomado ese pequeño descanso hoy?

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